DALBAT

Colaboradores del estudio de Antonio Jiménez Torrecillas

Desde una esquina anónima de la cuidad llana, consciente de que la mejor de todas las Alhambras posibles es la que hoy tenemos y de que aún más hermosas serán las que quedan por venir, en una época en que ya poco aportan a nuestras ciudades aquellos retroguardistas y conservaduristas a ultranza que tan destacadas atribuciones acumularon en otros tiempos, esta casa del XIX ha añadido sin nostalgia un capítulo más a su devenir vital.

El Patrimonio suma y sigue. Su verdadero valor no está tanto en aquello que generosamente hemos heredado como en aquello que debemos transmitir. Otros episodios como éste, por fortuna, se sucederán.

©Antonio Jiménez Torrecillas